La Biblioteca Perdida de Phantasia
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Puestos de Combate

un fanfic de Robotech
por Jost

Robotech y personajes y situaciones derivadas son Copyright © Harmony Gold USA, Inc.


Parte I: El Sillón de Mando


Salta la señal de alarma.

—Se aproximan tres formaciones de battlepods, señor —me informa Sammie desde su puesto de mando.

Por lo visto, nuestros amigos los zentraedi vuelven a acosarnos. No es ninguna novedad, llevan haciéndolo desde que abandonamos la Tierra. Tomo la decisión de actuar. Por las consecuencias, ya me preocuparé después.

—Que salgan los escuadrones de intercepción Delta y Skull.

En total, dos grupos de cuatro veritechs cada uno.

Hoy nuestro enemigo consta de tres formaciones: veinticuatro battlepods. Una desventaja de tres a uno.

Toda la tripulación del puente de mando seguimos atentos a la información de las pantallas: Lisa Hayes, Claudia Grant, y las tres suboficiales Kim Young, Sammie Porter y Vanessa Leeds.

Yo soy su capitán.

Henry J. Gloval.

Aunque muchas veces, me siento como si fuera su maestro. Y me siento orgulloso de ellas. Al principio, era una tripulación inexperta, pero con el paso del tiempo la adversidad nos ha obligado a curtirnos. O ganar o morir. Para luchar contra los zentraedi, en mitad del espacio exterior, sin ayuda de la Tierra, solo nos tenemos a nosotros: la tripulación del SDF-1 y los pilotos.

La pantalla de control nos muestra el curso de la confrontación: en un extremo, están los ocho veritechs y al otro, los veinticuatro battlepods. Siguen cursos contrarios, y en menos de tres minutos se encontrarán.

Soy el responsable de todos. De mi tripulación, de los pilotos y de los setenta mil habitantes de la ciudad Macross que viven dentro del SDF-1. Por eso medito bien todas mis decisiones, porque aquí, una elección errónea significa la muerte.

Todo comandante de una nave, desde los lejanos tiempos de la navegación marítima guarda un cuaderno de bitácora (actualmente es un ordenador portátil, pero el fin para el que se utiliza es el mismo). La primera anotación que hice en el mío, después de la desastrosa maniobra de transposición que nos llevó a la órbita de Plutón dice: "La decisión de efectuar la maniobra la llevé a cabo sin consultar al Cuartel General debido a que las fuerzas invasoras nos sobrepasaban en número y en capacidad ofensiva. Asumo toda la responsabilidad".

La pantalla de control nos advierte que los veritechs van a abrir fuego.

Un minuto.

Cada unidad dispara una carga múltiple y simultánea de cohetes de dispersión.

Treinta segundos.

Las formaciones de veritechs rompen la formación de dos en dos, formando parejas.

Diez segundos.

Los cohetes impactan. Siete battlepods zentraedi destruidos.

Cinco segundos.

Comienza el combate cuerpo a cuerpo.

De acuerdo, nuestros veritechs están en desventaja numérica. Pero por lo menos, la robotechnología nos ha permitido convertir aviones de combate normales en máquinas multiuso. Un veritech convertido en un gigantesco aparato de apariencia humanoide y armado con un fusil es invencible.

Una de las luces de la pantalla se apagan.

Hemos perdido un veritech.

Uno de los nuestros.

Cierro los ojos. Lo que en la pantalla es una luz que deja de resplandecer, representa una vida humana que se desvanece. No puedo imaginar una muerte más horrible. Todavía no sé a qué sucumbe primero el piloto, si al fuego o, si sobrevive, al frío del espacio exterior.

Lisa Hayes llama a uno de los pilotos. Parece ser que está actuando por su cuenta.

—¡Teniente Hunter! —exclama ella—. ¡Regrese a su formación inmediatamente!

Pero gracias a una hábil maniobra de distracción, el piloto rebelde destruye dos battlepods seguidos.

Es verdad, no conozco los nombres de todos los pilotos de veritechs del SDF-1. Bastante tengo con tomar las decisiones desde mi sillón de mando, tragarme el miedo cuando una situación sobrepasa mis posibilidades y aparentar que tengo la respuesta a todo.

—¿No hay más naves zentraedi en la zona? —pregunto a Lisa.

—No señor. Y eso me extraña.

A mí también.

Ordeno a Claudia que active los escáneres de largo alcance.

Los cazas zentraedi nunca actúan solos. Debe haber como mínimo un crucero de asalto que transporte esas unidades, ya que éstas carecen de sistema de salto hiperespacial.

Tras un breve rastreo, Claudia me informa de que, en efecto, hay rastros de que un crucero como mínimo, ha efectuado una maniobra de transposición. Eso quiere decir que... Un crucero ha efectuado un salto hiperespacial fuera del alcance de nuestro radar, nos ha enviado los cazas y se ha retirado usando el mismo procedimiento.

Una burda maniobra de distracción para desgastarnos.

Ordeno que los veritechs se retiren y que vuelvan al SDF-1.

—No podemos malgastar nuestros cazas —digo, sin ánimo de dar mas explicaciones al puente.

Mi orden de retirada se cumple al momento.

Mientras, mi pronóstico se materializa. Los battlepods no siguen a nuestras unidades. Eso demuestra que los zentraedi están pendientes de que les lleguen refuerzos.

Dejo que transcurran los minutos, y mientras, en ese tiempo, ordeno desplegar varias baterías móviles del equipo Reflex a lo largo de la cubierta exterior de la nave.

En el puente estamos pendientes de que suceda algo. Prefiero mil veces ver a mi enemigo, aunque sea una docena de acorazados zentraedi, que un silencio absoluto de radar. Porque los battlepods se han retirado fuera del alcance de nuestro radar, en formación.

Dirijo la mirada a Kim. Ella niega con la cabeza.

—Capitán —dice de pronto Lisa—. Detecto una maniobra de transposición.

¡La señal que esperábamos! Guardo en un bolsillo la pipa sin tabaco que he estado mordisqueando durante la espera y... el ordenador nos informa de que tenemos delante tres acorazados.

Ordeno la activación de la defensa punta de alfiler. Justo a tiempo, porque los acorazados zentraedi comienzan a hacer uso de su artillería pesada. Varias ondanadas de energía destructiva se dirigen a gran velocidad contra nosotros. La defensa punta de alfiler se encargará de repelerla... Los tres círculos de energía recorren el casco de la nave y los oficiales que los controlan logran situarlos en las zonas de impacto, neutralizándolos. Como respuesta, las baterías del equipo Réflex disparan, pero, los acorazados están fuera de su alcance y ninguno de los disparos llega al blanco.

—Utilizaremos el arma principal —anuncio a mi tripulación.

Por un momento, las jóvenes se quedan paralizadas. El uso del arma principal implica el tener que variar la configuración del SDF-1 para unir las dos secciones que cargan de la energía del generador. Y la sección dónde está emplazada la ciudad Macross se separa por varios sitios...

Aviso al personal científico a través del micrófono para que procedan.

Los acorazados zentraedi adivinan nuestra maniobra al ver al SDF-1 transformándose. ¡Están escarmentados después de tantas derrotas! Nos disparan una y otra vez, intentando separarse, pero nosotros resistimos.

El puente experimenta sucesivas sacudidas. Nos mantenemos firmes en nuestros puestos. El nivel de energía alcanza su punto crítico en la proa del SDF-1, la cual se ve envuelta por una malla titilante de chispas...

Tenemos en el punto de mira a uno de los acorazados.

Doy la orden y la proa libera súbitamente la energía acumulada.

La letal traza de luz y energía atraviesa de proa a popa uno de los acorazados zentraedi. La explosión resultante afecta a los otros dos... que resultan también destruidos.

Tres pájaros de un tiro.

El radar vuelve a detectar las formaciones de battlepods. ¿Quieren volver a combatir? No, porque se materializa un crucero zentraedi. Y como si fueran pollitos que vuelven al corral buscando refugio, los battlepods se introducen en el crucero y éste se desvanece.

Lisa me interroga con la mirada.

Es cierto, podríamos haberlos destruido también a ellos. Pero creo que por hoy ya hemos tenido bastante.

Se retira el estado de alerta y volvemos a nuestra habitual situación de vigilancia continua.

Nunca confié en esta nave. Desde aquel día en que me entregaron su mando, siempre recelé de ella.

¿Qué tiene el SDF-1 para que los zentraedi muestren tanto interés en él?

¿Por qué nos atacan?

¿Acaso es que guarda algo tan poderoso en su interior que no les importa el estar perdiendo vidas constantemente con tal de tener una mínima esperanza de poder apoderarse de ella?

 

Fin de la primera parte

 
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Ultima actualización:  16/12/01