Derramé Lágrimas
un fanfic de Ranma ½
por Koji
Ranma ½ y personajes mencionados en este texto son Copyright © Rumiko
Takahashi.
Me acosté en la cama, sin preocuparme de nada, ni de quitarme mi atuendo
de gimnasia. Con el listón aún en mi mano, pude comenzar a sentir la agradable
sensación del sueño; un estado que ninguna droga superará jamás en la
historia. Me encantaba sentirme así, tan libre de problemas y de preocupaciones...
Era como si fuera otra persona.
Me negaba a cerrar los párpados, porque sabía que si lo hacía, rápidamente
caería a un verdadero sueño, y toda la magia se habría ido tan rápido
como todo en mi vida. Pero eso no era todo, porque sabía que, si me dormía,
volverían las pesadillas... No quiero recordarlas ahora. De todas maneras,
no es de importancia.
Yo sabía que por más que luchara, no podría aguantar el sueño. Así que,
en un momento, mi cuerpo se resignó, y se relajó completamente, dejándome
abierta para todo... Así pasaron momentos en los que yo no podría haber
sabido si seguía siendo yo, o si era otra persona... Era una sensación
que nunca había vivido antes. Aterrorizador.
Sentí que recuperaba los sentidos, como si volviera de un mareo incontenible.
Los sentidos... No, no eran los sentidos, no los estaba recuperando...
Comenzaba a formar otro sentido. Podía sentir sin oler, oír, palpar, gustar,
o ver. Era increíble. Místico, sin duda.
Entonces me decidí a sentir. Es algo inexplicable... ¿Quién puede explicar
un sentido desconocido? ¿Acaso alguien le podría decir cómo se siente
el ver a un ciego?
Noté que no sentía con mi cuerpo. Era algo exógeno... Flotaba en el aire,
no estaba aprisionado por ninguna barrera. Podía sentirlo todo... ¡Todo!
Todo a mi alrededor, fuera de la pieza, en todo el mundo o en toda la
galaxia, ¡todo!
Mi hermano estaba preocupado desde la noche pasada por la pelea que tuvimos.
La verdad, él nunca se enoja conmigo, sólo termina preocupándose. Hasta
este momento yo pensaba seriamente que él se enojaba, pero sé que no...
Yo tampoco nunca lo hice...
Me llegó un escalofrío en un momento, y supe que Ranma... Supe que era
Ranma... Que era él el que estaba sintiendo. Sabía de su presencia.
También me era reconocible otra persona, que llegué a encontrar tan rápidamente
por el lazo que tenían. Cierto, era Akane, y no tengo duda... Me siento
triste.
Noté algo que no me agradaba de Ranma. Podría ser que yo estaba acostumbrada
a sentirlo a través de mis sentidos comunes, pero me pareció que no, que
algo raro había en Ranma que no me era claro... No había manera de que
identificara a ese elemento sin haberlo conocido con mis otros sentidos,
así que nunca pude saber con certeza qué sería aquello. Sólo lo sentí
como un gatillo, que al ser pulsado desencadenaba algo tan extraño que
no cabe en mi propia comprensión. Tuve miedo por él.
Pero me agradó que Ranma se sintiera feliz. Él era como un pequeño brillo
en la noche, rodeado de obscuridad..., obscuridad que amenaza y acobarda
al valiente fulgor que la desafía.
Me entristece que yo no sea Ranma. En vez de ser ese pequeño brillo,
yo era la obscuridad alrededor, que no lucha, que sólo espera el fin de
la luz para volverse más intensa.
Shampoo, Ukyo, Akane... Todas ellas... Todas mis rivales poseían una
parte más grande en el corazón de Ranma que yo. Tonta yo. Debí haberlo
sabido mucho antes. Yo no fui más que una loca, que gustaba de jugar con
mi listón y mis elementos de esta arte marcial de gimnasia rítmica que
yo domino. Mi vida era yo misma, el egoísmo máximo. Ahora siento que pude
tener una vida mejor, que pude haber sido de utilidad, que pude haber
participado en este trueque de sentimiento humano que todos hacen, que
pude... pude ganarme el corazón de mi Ranma-sama.
Entonces, abrí los ojos, terminé la ilusión, y grité con todas mis fuerzas.
Derramé lágrimas.
Fin
|