Un Rurouni Para tus Pensamientos
un fanfic de Rurouni Kenshin
por Information Specialist
traducido al español por Azur
Rurouni Kenshin y personajes mencionados en este texto son Copyright
© Nobuhiro Watsuki.
Capitulo 5: Medidas Desesperadas
—Interesante... —dijo Saitoh.
El joven oficial frente a él se estremeció al ver como Saitoh curvaba
sus labios en una sonrisa. Viendo la inquietud del oficial, Saitoh lo
dejó retirarse. Había obtenido la información que quería saber. Así
que es verdad.
Mientras hojeaba los viejos archivos buscando el historial de las víctimas,
encontró que cada una de las víctimas habían sido miembros formales del
"Toguwa". Este era un grupo secreto que trabajaba para el antiguo
gobierno durante el periodo de guerra. Su único propósito fue el destruir
a los grupos que trabajaban para crear el nuevo gobierno. Específicamente,
el Ishin Shishi. Para confirmar esta información, Saitoh envió oficiales
a interrogar a los familiares de las víctimas acerca de los roles que
específicamente estos jugaban las víctimas en ese grupo. También les ordenó
que averiguaran los nombres de los otros miembros.
El informe que los oficiales trajeron fue que todas las víctimas fueron
asignadas a la tarea de asesinar a los espías del Ishin shishi. Lo que
encontró realmente interesante fue que el hombre a cargo de la misión
era conocido como "Kamiya". Lo más interesante de todo, en realidad.
Me pregunto si este "Kamiya" tiene algo que ver con la mujer
de Battousai. Los asesinatos se están dirigiendo hacia Tokio. Prácticamente,
el asesino ha matado a todos los miembros asesinos del Grupo Toguwa, así
que su meta principal debe ser el líder. Tal vez deba darme una vuelta
por el Dojo Kamiya. Solo porque el padre de la chica Kamiya este muerto
no significa que ella este fuera de peligro.
Megumi observó como Kenshin cargó a Yahiko hacia su cuarto. El chico
había llorado tanto, que finalmente quedó dormido por cansancio. Ella
miró a Sano; tenía los ojos grandes en pánico, aún no podía creer los
que había visto. Kaoru se veía peor de lo que ella había imaginado. No
en vano Sano y Yahiko estaban preocupados por ella.
—Bueno, Doc, ¿qué piensas? —preguntó Sano.
—¿Que qué pienso? ¿Qué quieres decir con qué pienso? No se necesita ser
doctor para ver que ha sido muy malherida. Además, el corte que tiene
en la mandíbula necesita ser limpiado o se infectará. ¡Y probablemente
necesite sutura! ¿Por qué diablos no me llamaron antes?
—¡Whoa! Tranquila, mujer zorro. La razón principal por la que te llamamos
es para que hables con Jo-chan. No hemos podido acercarnos a ella ni siquiera
para saber su condición. Solo queremos saber que sucedió y quién fue exactamente
que la lastimó. Es nuevo para mí si necesita atención médica.
—No creo que se deje —dijo Kenshin. Megumi y Sano saltaron al escuchar
su voz.
—¡No hables así! —gruñó Sano
—Ken-san, ¿qué quieres decir? —preguntó Megumi ansiosamente.
—Tengo el presentimiento de que el que hecho de que se rehuse a hablar
es solo porque quiere olvidar lo que pasó. Hablar sobre ello solo lo hace
parecer mas real. Pero si Megumi-san cree que Kaoru-dono necesita sus
cuidados médicos, entonces debe hacerlo. —Kenshin sacudió la cabeza con
tristeza—. Solo espero que Kaoru acepte tu ayuda.
Megumi se sintió más segura al saber que Kenshin estaba de acuerdo con
ella al tratarse de la salud de Kaoru, pero era claro que él sentía que
Kaoru no se abriría con ella. Bueno, de cualquier manera, ella iba a hacer
lo mejor que pudiera.
Varios minutos después, se encontró en la habitación de Kaoru. Ni siquiera
se molestó en tocar. Al entrar, Kaoru se sentó en la cama. Megumi tenía
una sensación de déjà vu a lo que recordaba una situación similar justo
después de que Kenshin se marchó a Kyoto. Si hice que se levantara
aquella vez, podré hacerlo ahora, pensó con confianza. Kaoru la miró,
con ojos fríos y firmes.
Megumi casi se encogió al verlos, pero recordó que estaba allí por un
motivo, y estaba determinada a lograrlo.
—¿Qué es esa seriedad? —dijo ella, con una gesto divertido en el rostro—.
Sabes, ¡casi pareces un adulto con esa expresión! —Cuando no obtuvo ninguna
reacción Megumi se preocupó. Tomaba muy poco hacer que Kaoru se enojara,
pero esta vez, nada parecía importarle. Muy bien, tendré que esforzarme
mas.
Kaoru conocía bien el juego de Megumi, y no encontrada divertido el hecho
de que Megumi la insultara para hacerla hablar. No, no lo encontraba para
nada divertido. Así que decidió vencerla en su propio juego. Mantuvo una
expresión neutral, pero sus ojos permanecían duros como la roca. Trató
de ignorar las crueles palabras que Megumi pronunciaba, pero con cada
segundo, se le hacia más difícil. Las hirientes palabras flotaban a su
alrededor, y entonces comenzaron a hacerse más crueles y duras; estaban
llegando demasiado profundo, todas esas palabras la estaban sofocando.
Megumi no tenían idea del efecto que estaba provocando en ella.
—Sabes Kaoru, si quieres actuar como un adulto frente a Kenshin está
bien para mí...
Detente, ordenó Kaoru silenciosamente.
—Pero no tienes que darme el tratamiento del silencio a mí, quiero decir,
Kenshin no esta aquí para ver tu actuación, así que deja de perder tu
tiempo y el mío, y dime que fue lo que paso.
En lugar de detenerse como Kaoru había pedido, Megumi continuó hablando.
Kaoru comenzó a preguntarse si alguna vez se rendiría, pero no parecía
ser pronto.
Megumi estaba exasperada. Le había lanzado palabras que eran mucho más
hirientes de lo que ella quería, pero Kaoru permanecía sin decir nada.
—Sabes, en realidad no sé que ve Kenshin en una niñita consentida y egoísta
como tu. ¡Eres tan egoísta! Todos están muy preocupados por ti, y tu simplemente
te marchas cuando te da la gana sin explicarnos nada. En realidad, no
mereces a ninguno de los amigos que tienes. Todos tratan de ayudarte,
y tu sigues actuando como una pobre niñita. Sabes algo, tu acto solo hará
que Kenshin sienta lástima por ti por un tiempo, pero también le hará
sentir que tu no confías en él lo suficiente como para decirle que te
sucedió. —La voz de Megumi se suavizó un poco—. Si realmente quieres ganar
el corazón de Kenshin y superar esto, deberías dejar que te ayudemos,
y no podemos hacerlo si no nos dices que sucedió.
"Mientras tanto, ¿que te parece si te reviso? Si no quieres hablar
lo entiendo, pero no hay razón para no ser tratada por esas heridas.
Kaoru no podía creer lo que estaba oyendo. Primero Megumi la estaba prácticamente
acorralando, y al siguiente minuto la estaba tratando como si fuera su
propia hija. Ciertamente tiene una extraña manera de lidiar con las cosas.
Pero las palabras dichas por Megumi, cualquiera haya sido la intención,
la habían atravesado como agujas. Su ternura hacia el final del discurso
no hizo nada con el dolor que provocó en el comienzo. Después de todo
eso, ¿dice que me entiende?
—Tu no entiendes nada, Megumi —dijo, manteniendo el tono de voz.
—Nani... —dijo Megumi, sorprendida por escuchar finalmente la voz de
Kaoru. Lo que la sorprendió más fue que Kaoru no dijo "san"
al decir su nombre. Eso la asustó.
—Me escuchaste. Tu no entiendes nada. Si realmente entendieras, hubieras
entendido la indirecta, y me hubieras dejado en paz desde el principio.
Tu no entiendes nada. No puedo creer que los muchachos pensaran que te
contaría algo a ti. —Sacudiendo la cabeza, continuó—, Eso demuestra lo
poco que me conocen.
Luego Kaoru miró a Megumi directo a los ojos. Ella estaba sorprendida.
—No permitiré que atiendas a una niña egoísta y consentida como yo. Antes
preferiría morir. Y para responder francamente a tus preguntas, en realidad
tampoco sé lo que Kenshin ve en mí. Más aún, no creo que vea nada en mí.
Lo ha probado varias veces. —Giró su cabeza hacia un lado y gritó—, Saben,
es mucho más fácil escuchar la conversación si están dentro del cuarto,
Kenshin, Sano.
Megumi miró sobre su hombro y se sorprendió al ver a Kenshin y a Sano
entrando.
—Uau, es realmente lindo de ti el incluirnos en la conversación, Jo-chan
—dijo Sano sarcásticamente.
¿Cómo puede bromear en un momento como este? pensó Megumi. Ella
estaba, sin embargo, mas preocupada por Kenshin. Su rostro mostraba una
expresión ilegible. ¿Habrán escuchado toda la conversación?
A Kaoru, sin embargo, no parecía importarle.
—No hay problema, Sano. —Entonces, con apenas una mirada hacia él, volvió
a Megumi con agria expresión y con voz irónica dijo—, Sabes, Megumi, nunca
creí que diría esto, pero tu y Kenshin son realmente compatibles. Tu has
obviamente, aunque sea reciente, visto mucho mas del mundo de lo que yo
he visto. Al igual que Kenshin. Sin mencionar que tú eres mucho mas mujer
de lo que yo podré ser alguna vez. Tiene prácticamente su edad. Eres hermo—
—¡Chotto, matte Kaoru! —la interrumpió Megumi sonrojada. ¿Qué se le
metió en la cabeza?
—Jo-chan, ¿qué demonios estas diciendo? ¿Tienes idea de lo que estas
diciendo?
Ignorando a Sano, miró a Megumi a los ojos.
—¿Qué? ¿Te hace sentir incómoda? Solo estoy diciendo la verdad. Son las
palabras que querías escuchar, ¿cierto? Además, deben ser verdad, ¿acaso
ves que Kenshin este objetando lo que digo?
Le tomó a Megumi toda su fuerza de voluntad el forzarse a mirar furtivamente
a Kenshin. Se veía como sin sentido. Pasmado, y completamente conmocionado
sería una buena descripción. Sano, sin embargo, miraba a Kaoru como si
acabara de anunciar que adoraba al demonio.
De pronto miro hacia fuera.
—Oh, cielos, miren el sol. Es casi medio día. Iré a poner la mesa. ¿Te
importaría fijarte si el almuerzo esta listo Megumi-san? Todos saben bien
que eres mucho mejor cocinera que yo. Tal vez tu y Kenshin podrían intercambiar
recetas, ¿no?
Kaoru entonces se dirigió hacia la puerta de la habitación.
—Matte, Kaoru, tu rostro... —Kaoru giró a mirar a Megumi—. ¿Qué es esto?
—dijo señalando el corte en su mandíbula.
—Oh, no te preocupes, no es nada. Ya te lo dije antes. No permitiré que
cures a una niña como yo, quien claramente no merece su preocupación o
su amistad. Sería casi un pecado hacerlo. —Giró para mirar a Kenshin—.
Además, estoy segura de que Kenshin ha pasado por mucho mas y está vivo.
¿Verdad, Kenshin? —Con eso Kaoru abandonó la habitación.
Kenshin y Sano voltearon para enfrentar a Megumi. Ella se sentía como
una rata arrinconada.
—¿Qué diablos fue todo eso? Se suponía que ibas a averiguar que le sucedió
a Kaoru, no convertirla en un intermediario para ti y Kenshin —gritó Sano.
—Ey, yo traté de... —Pero Sano no le dio la oportunidad.
—¿Y qué diablos fue eso de "preferiría morir antes de permitir que
cures a alguien tan egoísta como yo", eh?
—Yo no quise decir...
—Tu nos dijiste una y otra ves cuanto necesitaba ella que alguien tratara
sus heridas, ¿y ahora la tenemos a ella diciendo que preferiría morir
antes de tu la atiendas?
—Pero yo no dije...
—¿Y obtuviste alguna información acerca de quien la lastimó? No, tu solo
la has hecho...
—¡Espera un segundo, detestable cabeza de gallina! No tienes derecho
a decirme nada hasta que escuches la historia completa.
—¡Oh, sí! Así que, dinos, mujer zorro, cuál es la historia completa —demandó
Sano.
—Yo, bueno, um... —Megumi dejó salir un suspiro, derrotada y furiosa—.
...No se que pasó, supongo que me pasé de la raya...
O tal vez resultó peor de lo que esperabas, pensó Sano.
El sabía que no debía estar tan enojado con Megumi; ella siempre había
tenido su propia forma de manejar las cosas y simplemente esta vez no
funcionó. Pero la forma que Kaoru habló de Megumi y Kenshin, por alguna
razón, lo había hecho enfurecer. En realidad no podía creer lo que Kaoru
había dicho. Todos sabían que Megumi solo coqueteaba con Kenshin para
hacerla sentir celosa, ¿verdad?
Después de esa conversación, él no estaba tan seguro.
¿Y por qué Kaoru habría dicho todo eso frente a Kenshin? Megumi estaba
claramente avergonzada, pero Kenshin... no había pronunciado ni una sola
palabra. Pero ahora hablaba nuevamente.
—Megumi-dono, quiero que revises las heridas de Kaoru. Tengo el presentimiento
de que tiene mas que moretones y esa cortada. Puede que tenga algunas
costillas rotas.
Megumi que aún estaba avergonzada por las implicaciones que Kaoru había
hecho acerca de Kenshin y ella, envío una interrogante mirada a Kenshin.
¿Cómo es que él sabe? Pero su rostro decía que él no iba a decir
nada más. Así, no presionó el asunto.
—Muy bien, pero todos sabemos que no me va dejar revisarla. ¿Alguna idea?
Sano tenía una idea.
—¿Por qué no le das alguna medicina para dormir? Así ni siquiera se enterará.
—No sé... —objetó Kenshin—. No parece correcto. ¿Por qué no vamos a buscar
a Gensai-sensei?
—Kenshin, se realista, ¿crees que Jo-chan querrá preocuparlo? —interrumpió
Sano.
—Pero no me parece correcto...
—Mira, Kenshin, tiempos desesperados requieren medidas desesperadas.
Kenshin dejó de pensar por un momento.
—Si ustedes lo creen... muy bien. Megumi-dono, ¿tienes esas medicinas
aquí contigo?
Silenciosamente, Megumi le estregó un pequeño paquete de papel muy doblado
que sacó de entre sus cosas. Kenshin lo tomó y lo ocultó dentro la manga
de su gi diciendo que lo pondría en la tasa de té de Kaoru. Megumi tenía
un mal presentimiento acerca de esto. Pero no parecía haber otra opción.
Sin embargo, no podía evitar pensar en eso, ya que cuando decidió usar
medidas extremas con Kaoru, ella había literalmente explotado frente a
ella. Por lo que iban a hacer, deseaba que esto no volviese a suceder.
Kaoru miró a cada una de las personas sentadas a la mesa cenando. Algo
no se veía bien. Estaban todos tan callados. Pero no era solo eso. Ella
podría jurar que se estaban comunicando entre ellos a través de cada cosa
que hacían. Sano lanzaba significativas miradas a Kenshin y a Megumi.
Mientras Kenshin reconocía estas miradas con invisibles movimientos de
la cabeza y pequeños gestos. Megumi se mantenía como aislada de ellos,
o ignorándolos o mirando hacia abajo de manera que pudiera evitar mirarlos.
Kaoru miró el lugar de Yahiko; estaba vacío. Estaba dormido cuando fue
a llamarlo para cenar, y al despertarlo, se había rehusado a comer diciendo
que no tenía hambre.
Esta bien así, pensó Kaoru. Necesita un poco de tiempo para
pensar.
Ella no se sentía como para comer, después de todo la que había pasado.
Sin embargo, sí bebió su té de hierbas. Pero en lugar de aliviar sus pensamientos,
se sintió mareada y cansada. Comprendió que los eventos del día finalmente
habían hecho efecto sobre ella. La conversación con Megumi no había sido
fácil para ella, y no hizo nada pare mejorar su estado mental.
Se disculpó, y deseándoles a todos buenas noches, se retiró a su cuarto.
Aún podía sentirlos a todos observándola hasta que entró a su cuarto y
se puso su bata de dormir.
El sueño no vino fácilmente. Su mente repasaba todo lo que había pasado
en el día. Desde su ida a la casa de Tae, su encuentro con Kenshin (se
estremeció al recordar como había terminado eso), a regresar a casa y
encontrar a Yahiko quien esperaba por ella. Las lágrimas vinieron a sus
ojos, pero no sabía porque estaba llorando. ¿Sería por la horrorizada
mirada de Kenshin cuando notó que sus costillas estaban lastimadas? ¿O
eran las lágrimas de Yahiko, de vergüenza por haberla golpeado con su
shinai? ¿Eran lágrimas de furia hacía si misma por lo que le había dicho
a Megumi? ¿Por qué había admitido ante todos, incluyéndose, que Megumi
era mucho mejor para Kenshin que lo que ella podría ser alguna vez? Me
pregunto como se siente Kenshin después de haberme escuchado. Debe pensar
que me volví completamente loca, especialmente desde que yo aclaré mis
sentimientos hacia él, una y otra vez. En pocas palabras, pensó en
que le había dado a Megumi mucha ventaja, conociendo su rivalidad. Alejó
ese pensamiento lo más rápido que pudo.
¡No! ¡No voy a renunciar a Kenshin! Solo porque admití que él es demasiado
para mí no significa que voy a renunciar a él. Pero una voz en su
cabeza se negó. Si realmente querías a Kenshin para ti, ¿entonces para
qué dijiste lo que dijiste?
¡Porque yo amo a Kenshin! Y, a pesar de que no me ha dado ninguna
señal de que él me ama de esa forma, yo aún lo amo y por eso quiero que
sepa que la persona que lo merece no soy yo. Megumi tenía razón. Soy una
niña consentida y egoísta, y la prueba es que quiero que Kenshin me ame
a mí de esa forma, a pesar de que sé que no lo merezco.
Megumi, por todo el dolor que ha sufrido lo merece mucho más. Ella
se relaciona con lo que él ha pasado antes de convertirse en rurouni.
Es cierto que estuve muy sola, antes de que Kenshin y los otros llegaran
a mi vida, pero eso ni siquiera se aproxima a lo que ellos han pasado.
La voz de su cabeza no dejaba que el asunto acabase. Eso podría haber
sido cierto una semana atrás, pero ahora ya no lo es, ¿verdad? la
voz preguntaba.
Sí, es verdad. Pero lo que me ha sucedido es irrelevante. Lo que me
ocurrió hace que lo merezca aún menos...
Todas las palabras de Megumi regresaban a su mente. "Todos están
preocupados por ti... Ken-san solo sentirá lástima por ti por un corto
tiempo, pero después sentirá que tu no confías en él... Déjanos ayudarte...
Déjanos..."
¡NO! Kaoru gritó en su mente. Su cabeza la estaba matando, junto
a las costillas fracturadas y los moretones en su espalda. Finalmente,
por alguna extraña y misteriosa fuerza, se quedó dormida, con lágrimas
como ríos rodando por sus mejillas.
Megumi se detuvo frente a la habitación de Kaoru, pensando en lo que
iba a hacer. Por su cabeza pasaron otras ideas, pero era demasiado tarde
para volver atrás. Además, Kenshin y Sano estaban justo detrás de ella,
esperando a que entrara. Dejó que los eventos del día se repitieran en
su mente. Ella y Sano habían estado buscando a Kaoru por todas partes,
cuando finalmente decidieron regresar al Dojo para ver si había regresado.
Llegaron al momento para ver a Kaoru besar a Yahiko en la frente, y después
irse sin siquiera volver a mirarlos. Megumi suspiró al recordar lo histérico
que estaba Yahiko. No permitió que nadie se le acercara, ni le respondió
a ninguno de ellos cuando trataban de saber lo que había ocurrido. Kenshin
se sentó a su lado mientras lloró larga y duramente. Cuando finalmente
permitió que Kenshin lo abrazara, hundió su rostro en su gi, y lloró hasta
caer en un sueño profundo, completamente exhausto. Después lo cargó hasta
la habitación.
Luego vino esa abrumadora conversación con Kaoru. Uh, eso si que había
salido mal. Aún se sentía muy avergonzada por lo que Kaoru había dado
a entender acerca de Kenshin y ella. Aunque en el fondo, y secretamente
se sentía halagada.
—Megumi-dono. —La voz de Kenshin gentilmente la trajo de vuelta. El le
dio una alentadora sonrisa. Se sonrojó violentamente, al mirar profundo
en esos ojos violeta; esos ojos siempre lucían como si estuvieran mirando
en lo profundo de tu alma, revelando todos tus secretos.
Detente, éste no es momento para pensar en sus ojos. Asintió con
la cabeza, pensando que había visto un rastro de culpabilidad en su rostro.
Todos se sentían culpables, pero estaban convencidos de que Kaoru no les
había dejado otra alternativa. A pesar de eso, sentía que no iba a ser
capaz de entrar al cuarto. Y de nada la ayudaba el pensamiento de que
pasaría si Kaoru llegaba a despertar. Ya basta con eso. Kaoru no va
a despertar. Esa en una medicina muy fuerte y ella deberá estar dormida
por lo menos por varias horas, e igual entonces no despertará porque el
efecto es bastante prolongado.
Con ese asunto resuelto, tomó un profundo respiro y abrió la puerta.
Sano y Kenshin miraron hacia adentro por un momento, pero luego volvieron
a apoyarse en la pared. Ambos estarían allí, esperando fuera de la habitación
en caso de que Megumi los necesitara.
Megumi cerró la puerta detrás de ella.
Fin del capítulo
Glosario:
Déjà vu:Este término es medio difícil de explicar. Se utiliza
cuando nos parece que la situación que estamos viviendo o viendo ya nos
ha sucedido, o tal vez soñado, y nos da la sensación de que se está repitiendo.
Nani: del japonés, "qué".
Chotto: del japonés, "espera", "detente".
Matte: En el fic está utilizada junto con "chotto",
y quiere decir algo así como "espera un segundo".
|